las 6 ventajas principales de la gestión energética del bien

Las 6 ventajas principales de la gestión energética de activos

La gestión energética es la clave para reducir los costes y el impacto medioambiental de los activos. Descubre cuáles son las seis ventajas principales


Para garantizar el ahorro económico relacionado con el consumo de energía, teniendo en cuenta el impacto ambiental que tienen nuestros activos, hoy en día es esencial planificar una gestión eficiente de la energía.

La complejidad de esta fase del facility management está ciertamente vinculada a la dificultad del trabajo. Pero, afortunadamente, existen software de gestión energetica específicos que pueden gestionar el consumo y tener todos los datos centralizados en una sola solución para actividades predictivas.

Veamos juntos las principales ventajas de la gestión energética de activos.

¿Cuáles son las 6 principales ventajas de la gestión energética de activos?

Sabemos que la gestión energética de un activo, también llamada facility energy management, significa un enfoque sistemático y proactivo para la eficiencia energética, guiado por el análisis de los datos y el seguimiento de su rendimiento. La gestión de la energía es la clave para reducir el consumo y, por lo tanto, los costes. Además, mejora la eficiencia energética de los activos.

Por lo tanto, es fácil imaginar que las ventajas de un enfoque de este tipo para la gestión de la energía no son pocas. A continuación, se presentan los 6 principales beneficios derivados de la implementación de energy management plan eficiente:

1. Reduce los costes operativos:

El más obvio de todos los beneficios es reducir los costes al monitorear y optimizar la energía utilizada para iluminación, calefacción, refrigeración, ventilación, etc. La recopilación y análisis de datos permite a los energy manager predecir y reducir el consumo de energía y el presupuesto de manera más efectiva.

2. Mejora el bienestar general y la productividad:

A menudo se subestima la importancia de vivir, trabajar o simplemente disfrutar de un espacio que esté bien iluminado, bien ventilado y con aire acondicionado. Una buena gestión de la energía puede combinar todo esto con la eficiencia energética y la reducción de costes.

3. Optimiza los gastos:

Un sistema eficiente de gestión de la energía permite reducir los desperdicios y, a su vez, los costes operativos de la energía. De esta manera se consiguen captar más fondos para destinarlos a otros sectores.

4. Construir una imagen positiva de la marca:

Hoy uno de los objetivos empresariales a alcanzar, a nivel ambiental, es el de la reducción de la huella de carbono. Al optimizar el consumo de energía y minimizar el desperdicio, las empresas tienen más posibilidades de acercarse a su objetivo. Esto mejora la imagen de la empresa y las relaciones con clientes, socios y potenciales inversores.

5. Aumentar el valor inmobiliario:

Una alta eficiencia energética del activo sin duda aumenta su valor y, por lo tanto, las perspectivas de ganancias en caso de venta. Esto se aplica tanto a las residencias privadas como a las instalaciones comerciales. Un buen plan de gestión de la energía también reduce los gastos de reparación.

6. Aumentar el ROI (Retorno de la Inversión)

Al comprar un bien, un equipo o una instalación, se espera que su eficiencia garantice un retorno de la inversión (ROI). Sin embargo, el desgaste, la falta de mantenimiento o la pérdida de energía pueden tener un efecto negativo en el ROI. Con una buena gestión energética es posible regular la transmisión de potencia, identificar pérdidas de energía, reducir la potencia en las horas pico y otras medidas que alargan la vida útil de los equipos y aumentan su ROI.

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Las 6 principales ventajas de la gestión energética

¿Cuáles son las consecuencias de la mala gestión energética de activos?

Cuando la gestión energética de un activo no está bien planificada y no está respaldada por la instrumentación adecuada, surgen problemas e inconvenientes como:

  • datos de energía descentralizados y difíciles de recopilar;
  • gastos excesivos de tiempo y energía en la lectura manual de los consumos;
  • falta de visibilidad de la relación entre el consumo y los costes energéticos;
  • consumo excesivo de energía debido a ineficiencias no identificadas de equipos y dispositivos;
  • falta de un sistema de notificación adecuado para alertar al personal para que actúe rápidamente;
  • ausencia de un sistema de control del rendimiento;
  • falta de disponibilidad de datos de alta frecuencia, herramientas analíticas y datos históricos para comprender y resolver problemas de ineficiencia.

En general, falta la conexión entre los datos que se pueden recopilar y de los que depende la eficiencia energética, la eficiencia operativa, el rendimiento de los equipos individuales y el balance energético manual.

¿Cómo mejorar la gestión de la energía?

Ahora que hemos establecido la importancia de llevar a cabo una gestión eficiente de la energía del activo, podemos preguntarnos cómo y con qué herramientas podemos mejorar la gestión energética. A continuación, enlistamos una serie de elementos a tener en cuenta:

  • Crear una estrategia de mantenimiento preventivo planificado: el mantenimiento preventivo en dispositivos como unidades de HVAC, unidades de tratamiento de aire y ventanas puede ayudar a identificar cualquier pérdida de energía. Los controles regulares pueden ayudar a establecer la frecuencia de las actividades de mantenimiento o de las sustituciones.
  • Aumentar la visibilidad con informes GMAO: una solución GMAO (sistema de Gestión de Mantenimiento Asistido por Ordenador) puede supervisar el mantenimiento del equipo, los contratos y la asistencia preventiva planificada, etc. De esta manera, los energy manager de las instalaciones pueden utilizar los datos recopilados para comprender dónde realizar mejoras energéticas.
  • Prever la monitorización remota en el plan de gestión de la energía: la integración con sistemas de telecontrol y telelectura permite un control completo y rápido de los consumos energéticos y de las ineficiencias.

Por lo tanto, está claro que para alcanzar rápidamente los objetivos ambientales y de ahorro económico es necesario que la fase de gestión de la energía se lleve a cabo de forma inteligente y haciendo uso del software de gestión energética de activos adecuado, que permita cuantificar rápidamente el desperdicio de energía e identificar las mejores soluciones. Por esta razón, te recomiendo que lo implementes en tu flujo de trabajo solicitando una presentación gratuita de inmediato.

 

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